Hace
veintiún años atrás, Bosnia Herzegovina lograba su independencia, y entre
lágrimas por la guerra civil y la alegría por sentirse independizados, ningún
poblador de dicho joven país imaginaba que el fútbol les iba a dar tremendas alegrías. Sin
embargo, para esa felicidad tuvieron que esperar un buen tiempo. Las jóvenes
figuras tenían que madurar y triunfar en otros países en donde el fútbol se
vive con más pasión y con mucho más profesionalismo.
Es
así que, lejos de las bombas y problemas políticos que siempre vive Bosnia, los
Dzeko, Pjanic, Misimovic y demás, empezaron a destacar en sus respectivos
clubes para ganarse un nombre y el respeto de todos. Es por eso que ahora tienen una "generación de oro", que actualmente hace gozar a su país y están a un paso de llegar a Brasil 2014. Sería su primer
mundial luego de su intento fallido para ir a Sudáfrica 2010.